
Tras la caravana realizada el sábado hacia la Quinta de Olivos, los trabajadores del Hospital Garrahan iniciaron este lunes un paro de 24 horas para exigir la aplicación efectiva de la Ley de Emergencia Pediátrica. La medida incluye a médicos, técnicos y otros sectores del equipo de salud, quienes advierten una situación crítica dentro del hospital: «El Garrahan realmente se está viniendo abajo», expresó una de las profesionales.
La protesta se da un día después del Día del Pediatra, que se conmemora cada 20 de octubre desde 1973, y busca visibilizar el reclamo por la inmediata implementación de las leyes de Emergencia Pediátrica, Discapacidad y Financiamiento Universitario, aprobadas por el Congreso pero suspendidas en su aplicación.
En diálogo con C5N, la médica pediatra Rita Fernández, con 30 años de trayectoria en el hospital, contó cómo vive este momento de crisis. «Siempre elegí esta profesión desde el servicio, para poder ser útil a los demás. Pero hoy siento una profunda tristeza: nunca habíamos tenido un Gobierno tan insensible, donde el hospital se está viniendo abajo y no parece importarles«, lamentó.
La profesional recordó que en otras épocas también atravesaron dificultades, «pero con diálogo y medidas se lograban recomposiciones». Ahora, en cambio, describió una realidad mucho más grave: «No hay preocupación por la salud pública ni por la salud infantil. Es una situación inédita y muy triste».
Según Fernández, en los últimos meses hubo unas 50 renuncias en distintas áreas del hospital, lo que complica el funcionamiento de los equipos interdisciplinarios. «Cada vez es más difícil sostener la atención de alta complejidad. Se desmantelan grupos y cuesta muchísimo incorporar nuevos profesionales», explicó.
Pese al desánimo, la pediatra dejó un mensaje para las nuevas generaciones: «A los que estudian medicina les digo que lo hagan con vocación, que la coyuntura va a pasar. Es una profesión que implica compromiso social y te hace mejor ser humano».
Por su parte, Viviana, técnica de laboratorio con 34 años de servicio, manifestó su preocupación por la situación económica del personal. «Nunca dejamos de cumplir con las prestaciones. Siempre hay guardias las 24 horas, incluso en los paros. Pero eso no justifica los sueldos que tenemos: llegamos al día 10 o 15 del mes y ya no se puede más», aseguró.
La trabajadora también contó que varios compañeros decidieron emigrar por la falta de oportunidades en el país: «Algunos se fueron al exterior porque acá la situación es insostenible». Aun así, cerró con un mensaje esperanzador: «Vamos a seguir luchando unidos para que el hospital vuelva a ser lo que fue».