
La CGT rechazó enérgicamente la reforma laboral propuesta por el Gobierno nacional, al considerar que “ratifica el Decreto 70/23” y vulnera derechos fundamentales de los trabajadores. La central obrera advirtió que la iniciativa no resuelve los problemas estructurales del país y que puede agravar la desigualdad y la precarización laboral.
En un comunicado titulado “La pobreza no es un fenómeno natural”, la Confederación General del Trabajo (CGT) cuestionó la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo y la calificó como una medida “inconsulta” que atenta contra los derechos laborales y la justicia social. “Cada vez que se intentó avanzar contra los derechos laborales, el resultado fue el mismo: más precariedad, desigualdad y exclusión”, expresó la central sindical tras la reunión del Consejo de Mayo.
La CGT enfatizó que las regulaciones laborales no son las responsables del estancamiento económico, sino la falta de un modelo productivo sostenible. En ese sentido, destacó que el 90% del tejido productivo argentino está compuesto por pequeñas y medianas empresas (PyMEs), principales generadoras de empleo formal, y sostuvo que la prioridad debe ser fortalecerlas a través de políticas que impulsen la inversión, la inclusión y la generación de valor agregado.
El documento también llamó a construir un “pacto productivo” que promueva la capacitación, la formalización del empleo y una Argentina “productiva y exportadora”. La organización insistió en que los derechos laborales no son el “costo argentino” y defendió el diálogo social como la vía más eficaz para garantizar la justicia y el equilibrio entre capital y trabajo.
Finalmente, la CGT subrayó que la verdadera modernización del mercado laboral debe centrarse en el fortalecimiento de las PyMEs, la promoción de la industria nacional y la defensa de las convenciones colectivas libres. “Ningún país crece y se desarrolla empobreciendo a sus trabajadoras y trabajadores”, concluyó el comunicado firmado por el dirigente Gerardo Martínez.