La sesión de interpelación será hoy a las 15 en la Cámara de Diputados. El Gobierno decidió mandar solo a Guillermo Francos, quien admitió no tener información directa sobre el caso. Ni Caputo, ni Cúneo Libarona ni el titular de la CNV asistirán, pese a estar convocados. El diputado Zago pidió citar a los verdaderos responsables y tildó al esquema de “una banda de delincuentes”.
El diputado Oscar Zago, del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y aliado del oficialismo, no dudó en cuestionar la maniobra: “Francos no tiene nada que ver con el Caso Libra. Lo están mandando a dar la cara por un tema que ni siquiera manejó”. A su vez, reclamó la conformación urgente de una comisión investigadora que permita citar a los verdaderos involucrados, tanto funcionarios como actores privados.
“El jefe de Gabinete y el ministro de Justicia no estuvieron ni mencionados en el escándalo. No sé qué explicaciones pueden dar”, remarcó Zago en declaraciones radiales. En paralelo, criticó duramente a los promotores de la criptomoneda y habló de “una banda de delincuentes” que habrían participado en una operación fraudulenta. “Dijeron que querían devolver la plata al día siguiente. ¿A quién se la iban a devolver? Todo esto huele a algo muy turbio”, disparó.
Francos, por su parte, reconoció que no tiene mucho nuevo que aportar y que solo reiterará lo que el presidente ya dijo públicamente. Aseguró que los ministros de Economía y Justicia responderán por escrito, mientras que la presencia del titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva —pieza clave por el rol regulador del organismo—, fue descartada sin explicaciones.
La sesión de este martes, convocada en el marco del artículo 71 de la Constitución Nacional, se presentaba como una oportunidad para esclarecer las responsabilidades detrás del criptogate, pero terminará reducida a una formalidad sin respuestas de fondo. “Si cito a diez y viene uno, no sirve. Necesitamos que los verdaderos responsables den la cara y no sigan escondidos”, advirtió Zago, quien también puso en duda la transparencia de toda la operación.
Desde el propio oficialismo ya se habla de “falsos influyentes” y de una “cadena” de personajes que habrían estado detrás de la promoción engañosa de la moneda virtual. Mientras tanto, Milei esquiva el tema y elude cualquier responsabilidad política.
La creación de la comisión investigadora, que podría funcionar por 180 días con posibilidad de prórroga, aparece ahora como el único camino para evitar que este escándalo quede sepultado bajo el silencio oficial. Pero la primera señal del Gobierno es clara: no hay voluntad de esclarecer, sino de cubrir.