Caso $Libra: empate en la comisión blinda a un Milei cada vez más complicado

Tras semanas de negociaciones y movimientos especulativos entre bloques e interbloques, la Cámara de Diputados oficializó este lunes la conformación de la comisión investigadora sobre el cripto escándalo $Libra. La paridad exacta de fuerzas —14 representantes para el oficialismo y 14 para la oposición— marca el inicio de un cuerpo con poder limitado, diseñado para no incomodar demasiado al presidente Javier Milei ni a sus funcionarios, cada vez más comprometidos por las pruebas que emergen en torno a la millonaria estafa.

La resolución firmada por el titular de la Cámara baja, Martín Menem, dejó en evidencia el minucioso armado político detrás del reparto de bancas. A través de acuerdos con aliados legislativos —como sectores del PRO, el MID, radicales dialoguistas y bloques provinciales—, La Libertad Avanza logró contrapesar la mayoría opositora que en un principio parecía encaminada a dominar la investigación.

El empate técnico amenaza con paralizar desde el inicio el trabajo de la comisión, cuyo reglamento aún no define cómo se resolverán los empates en la votación de sus autoridades. La disputa por la presidencia —clave para convocar reuniones y habilitar el quórum— será el próximo capítulo de una tensa interna que se pondrá en juego en la reunión constitutiva del miércoles 23 de abril.

Desde la oposición, Unión por la Patria reclama la conducción del cuerpo, argumentando ser la fuerza más numerosa de la Cámara. Sin embargo, en los pasillos del Congreso ya suena una alternativa: ceder la presidencia a algún diputado de la oposición dialoguista, como modo de destrabar el funcionamiento sin entregarle la conducción a los sectores más críticos del oficialismo.

Aun así, el oficialismo y sus aliados podrían recurrir a una herramienta simple pero efectiva para frenar el avance de la comisión: no presentarse a las reuniones y forzar la falta de quórum. Sin al menos 15 de los 28 miembros presentes, la comisión no puede sesionar. La estrategia, ya anticipada por operadores libertarios, permitiría vaciar políticamente el espacio e invalidar cualquier intento de la oposición de avanzar en la investigación.

Los nombres detrás de la estrategia

Por el lado opositor, Unión por la Patria logró quedarse con siete bancas, incluyendo la incorporación estratégica de Julia Strada a través de la flamante bancada Nacional y Popular. Completan la delegación Pablo Carro, Juan Marino, Rodolfo Tailhade, Sabrina Selva, Itai Hagman y Carolina Gaillard. A ellos se suman Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal), Danya Tavela y Fernando Carbajal (Democracia para Siempre), Christian “Chipi” Castillo (Frente de Izquierda), y los representantes de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro y Mónica Frade.

Del lado del oficialismo, se sentarán en la mesa Gabriel Bornoroni, Nadia Márquez, Nicolás Mayoraz y Paula Omodeo (monobloquista que se sumó a LLA a cambio de un lugar). El PRO estará representado por Cristian Ritondo, Silvana Giudici, Martín Maquieyra y Oscar Zago (MID). También fueron nombrados Soledad Carrizo y Lisandro Nieri (UCR), Pablo Cervi y Francisco Monti (Liga del Interior), y Yolanda Vega (Salta) junto a Agustín Domingo (Río Negro) por Innovación Federal.

Con una comisión partida al medio y el juego trabado desde el arranque, el caso $Libra corre el riesgo de transformarse en otro escándalo que se apaga en el laberinto legislativo. La diferencia, esta vez, es que las sospechas llegan hasta el corazón del poder.

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