En medio de una economía paralizada, con salarios en caída y una inflación que golpea a los sectores populares, el ministro Luis Caputo decidió concentrarse en otra prioridad: cambiar el escudo institucional del Ministerio de Economía. La cartera presentó oficialmente su nuevo logo, que incorpora el caduceo como símbolo central y pretende, según el propio Gobierno, transmitir «modernización, dinamismo y equilibrio».
El nuevo diseño incluye el clásico caduceo, un emblema históricamente asociado al comercio y al intercambio. Desde Economía explicaron que las serpientes que lo rodean «representan el equilibrio entre los actores económicos», mientras que las alas simbolizan «agilidad, modernización y dinamismo». Una narrativa aspiracional que contrasta con la realidad que atraviesa el país: recesión profunda, consumo desplomado y tensiones crecientes en el mercado interno.
La actualización del sello se presenta como parte de una supuesta «renovación institucional» impulsada por el Gobierno. Sin embargo, puertas adentro del sector económico, el gesto es leído como un movimiento cosmético que busca reforzar la marca del ministerio en un contexto complejo, sin resolver los problemas estructurales que afectan a millones de argentinos.
El cambio de imagen llega, además, en un momento en el que la gestión de Caputo está bajo constante escrutinio por el impacto social del ajuste y las contradicciones entre el discurso oficial de «modernización» y las medidas que profundizan la desigualdad. Mientras el Gobierno promueve símbolos de estabilidad y dinamismo, la economía real de los argentinos sigue esperando señales concretas que vayan más allá del marketing institucional.
