
Un equipo de científicos del CONICET, la Fundación Instituto Leloir y el Hospital Italiano de Buenos Aires logró identificar alteraciones en la sangre de personas con epilepsia que podrían servir como nuevos indicadores de la enfermedad.
La epilepsia es una de las afecciones neurológicas más antiguas y extendidas: afecta a unas 50 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Se caracteriza por convulsiones recurrentes y episodios de pérdida de conciencia, y aunque existen tratamientos, alrededor del 30% de los pacientes no responde a los medicamentos disponibles.
En este contexto, investigadores argentinos realizaron el primer estudio de metabolómica en el país, una disciplina que analiza los metabolitos, es decir, los productos del metabolismo, para encontrar patrones que distingan a las personas sanas de aquellas con epilepsia.
El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports (del grupo Nature), fue liderado por el doctor Martín Arán, del CONICET y la Fundación Instituto Leloir. “Analizamos muestras de sangre de 32 pacientes y de 28 personas sanas, y encontramos 14 metabolitos alterados entre ambos grupos. Además, identificamos 7 metabolitos que cambiaban antes y después de una crisis epiléptica”, explicó el investigador.
Estos metabolitos, como el hipurato, piroglutamato o isovalerato, podrían servir como biomarcadores, es decir, señales biológicas que ayuden a detectar o monitorear la enfermedad.
El neurólogo Juan Carlos Avalos, del Hospital Italiano y coautor del estudio, destacó el potencial clínico del hallazgo: “Si logramos desarrollar un test rápido, como el hemoglucotest que se usa para medir la glucosa, podríamos mejorar notablemente la atención de pacientes con sospecha de epilepsia”.
Para obtener los datos, los pacientes fueron monitoreados en una unidad de videoelectroencefalograma, lo que permitió comparar sus muestras antes y después de una crisis. “Eso nos dio una foto exacta de cómo cambia el metabolismo del cuerpo en esos momentos”, señaló Avalos.
La técnica utilizada fue resonancia magnética nuclear (RMN) de alto campo, una herramienta que permite analizar las muestras casi sin modificarlas y obtener resultados muy precisos.
El doctor Leonardo Pellizza, también del CONICET y coautor del trabajo, subrayó la importancia de la colaboración entre ciencia básica y medicina clínica. “Para nosotros, como biólogos, fue un salto enorme publicar un estudio con aplicación directa en pacientes”, expresó.
Los investigadores planean ahora ampliar la muestra y sumar más centros al proyecto, con la meta de desarrollar en el futuro un kit diagnóstico que permita detectar la epilepsia de manera rápida y confiable.