Argentina se alineó con Estados Unidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas al votar en contra de la resolución que exige el fin del embargo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba, vigente desde hace más de seis décadas. La medida fue aprobada con 165 votos a favor, 12 abstenciones y solo siete en contra, entre ellos los de Argentina, Estados Unidos, Hungría, Israel, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania.
El país estuvo representado por el nuevo canciller Pablo Quirno, en lo que constituyó su primer acto internacional tras asumir el cargo, luego del reemplazo de Gerardo Werthein y la salida de Diana Mondino, quien había encabezado la anterior votación en la que Argentina apoyó el levantamiento del embargo.
La decisión marca un cambio en la política exterior argentina, que bajo la gestión de Javier Milei se ha alineado con las posiciones de Washington e Israel, y reafirma su oposición al comunismo a nivel global. Según fuentes diplomáticas, el voto en contra refleja “la coherencia ideológica y geopolítica del actual gobierno con las democracias liberales y el respeto a las sanciones internacionales”.
Tras la votación, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel celebró el resultado como un “triunfo del pueblo cubano frente al bloqueo”, y agradeció el respaldo mayoritario de la comunidad internacional.
