Desde el Gobierno nacional impulsan una modificación de la Ley de Glaciares, sin embargo, desde organizaciones sociales y ambientalistas advierten que cualquier cambio podría poner en riesgo las reservas de agua de la provincia.
Jenny Luján, integrante de la Asamblea por la Vida de Chilecito y de Mujeres Defensoras del Agüita del Famatina, cuestionó en comunicación con Agencia de Noticias La Rioja el intento del Gobierno nacional de modificar o derogar la Ley de Glaciares. Advirtió que se trata de un avance extractivista que pone en riesgo el agua de la provincia y los bienes naturales comunes.
La referente ambientalista sostuvo que la postura que expresa “no es individual”, sino resultado del trabajo colectivo y el debate interno de ambas organizaciones, caracterizadas por la formación política y el análisis del contexto geopolítico. Luján señaló que “Las políticas nacionales deben entenderse como parte de un proceso global de expansión del extractivismo”, que incluye la destrucción de bosques nativos, la presión sobre territorios y el avance sobre zonas de montaña clave para la disponibilidad de agua.
En ese marco, remarcó que La Rioja es “una de las provincias con menos agua del país”, por lo que su gestión debe ser “sabia”, como lo hacían los pueblos ancestrales. Sin embargo, cuestionó la intervención de “equipos técnicos, académicos e investigadores que trabajan desde una ciencia positivista al servicio del poder económico”, desvalorizando saberes locales.
Grises del debate
Si bien aún no existe un proyecto oficial para modificar la actual Ley de Glaciares, trascendidos indican que la gestión del presidente Javier Milei analiza avanzar sobre algunos “grises” legales de la norma, especialmente en lo referido a la delimitación de las zonas periglaciares, donde la actividad minera está prohibida. La propuesta que se estudia sería dejar en manos de cada provincia la determinación de esos límites dejando de lado la conformación de criterio unificado vigente y generando preocupación por el posible debilitamiento de la protección de las reservas de agua.
Luján explicó “La zona periglaciar es una zona que rodea al glaciar, puede no tener nieve, sino que tiene rocas. Son glaciares de escombro, pero si uno escaba un poco se va a encontrar con hielo abajo”. son fundamentales para la regulación hídrica, y advirtió que si esas áreas son destruidas, el impacto sería irreversible: “Sin glaciares no hay agua, y sin agua no existimos”.
Recordó que los intentos por modificar la protección de los glaciares no son nuevos: el primer proyecto impulsado en 2008 fue vetado tras presiones de grandes corporaciones mineras, y aunque en 2010 se sancionó la Ley de Glaciares, aún persisten presiones por su aplicación, especialmente por la imposibilidad técnica de delimitar con precisión las zonas periglaciares. “Si no se pueden delimitar, no se deben tocar”, afirmó.
“Los glaciares, los bosques nativos, el agua, humedales, son bienes comunes a los pueblos no le pertenecen a nadie porque son recursos naturales”, enfatizó Lujan.
Movilizaciones
Con respecto a la consulta de la existencia de movilizaciones para rechazar la iniciativa de Nación, la referente explicó “Todo el tiempo estamos movilizando acá y en el oeste riojano estamos contantemente con la gente para hablar con la gente”.
“Todo el tiempo estamos con mesas informativas para que la gente se informe y motorizamos la información para que circule y los vecinos tengamos acceso a la información ya que muchas veces aparecen los lobistas del gobierno que buscan convencer a la gente para que aprueben la activad minera a cambio de grandes salarios cuando en realidad la minería es una actividad en su mayoría automatizada”, indicó.
“Es urgente hablar de la función de los glaciares, no son una postal que uno ve el hielo y se saca foto, los glaciares nos dan vida y sin glaciares no hay agua y sin agua no existimos. Es simple, no debemos ahondar en cuestiones técnicas que Nación impone”, reflexionó.
Finalmente, sostuvo que al lobby minero hacia Nación ahora se suma el RIGI, que —según consideró— “profundiza el desguace del país y la entrega de bienes comunes”, en un contexto de disputa geopolítica entre Estados Unidos y China por los recursos naturales argentinos.
