Mientras el bono para jubilados permanece congelado en 70 mil pesos desde hace 21 meses y las universidades reclaman recursos para salarios y funcionamiento, el Presupuesto 2026 profundiza los ajustes en áreas como Salud y Educación, pero asigna por decreto aumentos por encima de la inflación destinados a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
La decisión se suma a una larga lista de vetos del presidente Javier Milei en los últimos dos meses: la Ley de Emergencia en Discapacidad, la Ley de Financiamiento Universitario, la Ley de Emergencia en Pediatría, el aumento de jubilaciones y la restitución de la moratoria previsional. Todos fueron descartados bajo el argumento oficial de que “no hay plata”. Sin embargo, ese criterio no alcanzó a la SIDE, que volvió a ser beneficiada con un refuerzo de 26 mil millones de pesos, el cuarto incremento en lo que va del año.
Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), si el bono a jubilados se actualizara con la misma lógica aplicada a los servicios de inteligencia, debería ascender en diciembre a 177.485 pesos; es decir, 107.485 pesos más de lo que efectivamente cobran. El Gobierno no dio señales de mejorar la situación de los adultos mayores, mientras que los fondos de la SIDE para 2025 ya alcanzan los 106 mil millones y, en el Presupuesto 2026, se proyecta un crecimiento nominal del 20,1 por ciento, por encima de la inflación estimada.
El área dirigida formalmente por Sergio Neiffert —y vinculada políticamente a Santiago Caputo— ya protagonizó un escándalo en 2024, cuando se le asignaron por decreto 100 mil millones para gastos reservados, de los cuales utilizó más de la mitad en poco tiempo.
La controversia llevó al Congreso a rechazar el decreto y obligó a la devolución de esos fondos. Aun así, la tendencia se mantiene: la SIDE es uno de los organismos menos afectados por la motosierra oficial y uno de los pocos que continúa ampliando sus recursos en un contexto generalizado de recortes.
