El neumonólogo Gustavo Douglas Nazareno alertó que el humo generado por incendios forestales contiene partículas microscópicas capaces de afectar vías respiratorias y agravar enfermedades preexistentes. Adultos mayores, niños, embarazadas y pacientes crónicos son los más vulnerables.

La ciudad de La Rioja está siendo afectada por incendios forestales que se registran en zona sur, si bien hay graves daños ambientales, la salud de las personas también se ve afectada ya que el humo de los incendios forestales no es solo una molestia en el aire sino que es una mezcla de partículas finas —PM 2.5— y gases que pueden ingresar profundamente en el sistema respiratorio. Así lo explicó el neumonólogo Gustavo Douglas Nazareno, Desarrollo de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, en diálogo con Agencia de Noticias La Rioja.
Nazareno indicó que, en personas sanas, la exposición puede provocar irritación ocular, ardor de garganta, tos o, en casos más intensos donde hay una exposición prolongada, dificultad para respirar. Sin embargo, el riesgo mayor recae sobre quienes ya padecen enfermedades respiratorias o cardíacas.
“En personas con asma puede desencadenar una crisis; en pacientes con EPOC, una exacerbación, y también puede descompensar a quienes tienen patologías cardíacas”, señaló.
Los grupos vulnerables —adultos mayores, niños y embarazadas— también pueden sufrir mayores complicaciones. El especialista advirtió que no es necesario vivir cerca del foco ígneo para estar expuesto: el viento puede transportar las partículas a grandes distancias.
Asimismo, el especialista aclaró que el humo puede afectar independientemente de la ubicación con respecto al foco ígneo, “Se ven más perjudicados quienes están cerca al incendio, el daño depende de la concentración de partículas en el aire y el tiempo de exposición. Que una persona viva lejos del foco de incendio no quiere decir que esté exenta de la exposición al humo ya que el viento puede trasladar los elementos nocivos”, explicó.
- Medidas
En zonas cercanas al incendio se recomienda permanecer dentro de las viviendas, cerrar puertas y ventanas y evitar actividades que contaminen el aire interior, como fumar, encender velas, inciensos o cocinar con frituras.
Para quienes deben salir, especialmente pacientes con enfermedades crónicas, Nazareno remarcó el uso de barbijos adecuados “El barbijo N95 es el único que filtra estas partículas. Los barbijos comunes o pañuelos no ofrecen protección”, recomendó.
Finalmente, el especialista insistió en la necesidad de tomar conciencia los incendios no solo generan impacto ambiental, sino que, si se repiten con frecuencia, pueden provocar enfermedades crónicas en la población.
