El secretario gremial de la Asociación Obrera Textil, Juan Pablo Luján, advirtió que el sector atraviesa una situación crítica por la recesión, la apertura indiscriminada de importaciones y la caída del consumo. “Las fábricas en La Rioja solo pueden garantizar el sueldo, no el aguinaldo ni vacaciones”, alertó.
La crisis golpea con fuerza al Parque Industrial de La Rioja. Según explicó el secretario gremial de la Asociación Obrera Textil (AOT), Juan Pablo Luján al programa Políticamente por Canal 9, el panorama es “cada vez más complicado” para las empresas y los trabajadores del sector.
“En este tiempo sufrimos las políticas del gobierno nacional. Ya cerraron dos empresas en el último tiempo y la recesión está matando la industria local”, expresó.
Luján detalló que la mayoría de las fábricas solo pueden asegurar el pago de los sueldos, pero no el aguinaldo ni vacaciones, y que los despidos continúan debido al desplome del consumo. “La única forma de salir adelante es con trabajo y con gente que consuma. Si no hay consumo, no existe la industria”, sostuvo.
El dirigente gremial apuntó especialmente contra la liberación de importaciones, una medida que —según afirmó— está destruyendo la producción nacional “Una prenda terminada en el país cuesta unos 18 mil pesos, pero con las importaciones se pueden comprar dos remeras por ese precio. Así no se puede competir», apuntó.
También cuestionó que se haya paralizado la obra pública, lo que afecta indirectamente a la industria textil. “Nosotros producimos la tela grafa para los trabajadores de la construcción. Al frenar ese sector, nos arrastran a todos”, explicó.
Luján aseguró que “muchos empresarios apostaron a este gobierno por promesas que fueron mentira” y que ahora enfrentan un panorama incierto. “Nadie quiere competir con el mercado chino o brasileño. Si no se cierran las importaciones y se fortalece la industria nacional, todos nos vamos a quedar sin trabajo”, advirtió.
Finalmente, expresó su rechazo a la reforma laboral impulsada por el oficialismo, que considera un retroceso en los derechos de los trabajadores. “Hablan de fraccionar las vacaciones, de poner topes a las licencias por enfermedad y de negociar salarios de manera individual. ¿Qué trabajador puede exigirle solo a su patrón una mejora salarial? No hay igualdad de oportunidades”, concluyó.
