El economista Pablo Quirno fue designado como nuevo ministro de Relaciones Exteriores tras la salida de Gerardo Werthein. Sin experiencia diplomática, su llegada a la Cancillería refuerza el control del equipo económico que lidera Luis “Toto” Caputo y sigue bajo la orientación promercado del gobierno de Javier Milei.
Exbanquero y formado en la Universidad de Pensilvania, Quirno es uno de los hombres más cercanos al actual ministro de Economía. Pasó buena parte de su carrera en JP Morgan -la misma entidad donde también trabajaron Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili- y fue fundador de la consultora Sansom Capital Advisors antes de integrarse al gobierno de Mauricio Macri, donde se desempeñó como jefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas y luego como director del Banco Central.
En la gestión libertaria, Quirno ocupó el cargo de secretario de Finanzas, desde el cual tuvo un rol central en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Desde Casa Rosada confían en que será la figura capaz de canalizar la “segunda etapa del plan”, orientada a captar inversiones extranjeras y promover acuerdos comerciales favorables al sector privado.
Con baja exposición pública, Quirno llega al Palacio San Martín sin antecedentes en política exterior. En su despacho lo esperan 83 designaciones firmadas por Werthein que el Gobierno pretende revisar.
Durante el macrismo, fue uno de los impulsores del endeudamiento récord con el FMI y de los proyectos de Participación Público-Privada (PPP), mecanismos que terminaron beneficiando al sector financiero.
Nieto de Avelino Quirno Lavalle, referente del antiguo Partido Conservador Popular, el nuevo canciller proviene de una familia vinculada históricamente a la elite política y económica argentina.
