
El reconocido diario británico Financial Times volvió a poner a la Argentina en el centro de la escena internacional, esta vez con una advertencia directa al gobierno de Javier Milei. En una dura columna firmada por el economista Martin Wolf, el medio advirtió que el presidente «se encuentra al borde del fracaso» y que «es improbable que su plan de desinflación funcione» por la falta de consenso político, recursos y credibilidad.
«El presidente Javier Milei no es el primer líder que intenta sacar al país de su prolongado declive económico. Al igual que muchos de sus predecesores, ahora se encuentra al borde del fracaso», escribió Wolf, una de las voces más influyentes del periodismo económico global.
Según el Financial Times, el programa de ajuste impulsado desde Buenos Aires, centrado en la liberalización de precios, el recorte del gasto público y la desregulación del Estado, «no tiene anclaje social ni respaldo político real». En ese sentido, el artículo enfatiza que «Argentina carece del compromiso nacional, los recursos ni la credibilidad para llevarlo a cabo».
La crítica se suma a la preocupación que ya expresan organismos internacionales y economistas de distintas corrientes, que advierten por el impacto social de las políticas aplicadas por Milei. Mientras la inflación sigue alta y el poder adquisitivo cae, el país atraviesa una recesión profunda que golpea especialmente a las provincias y a los sectores más vulnerables.
En contraste con el desamparo que se percibe a nivel nacional, provincias como La Rioja, gobernada por Ricardo Quintela, vienen marcando otro camino: el de la defensa del empleo, la inversión en obra pública y el acompañamiento a los sectores productivos. Desde la gestión riojana se insiste en que «el ajuste no puede ser a costa del pueblo ni de las provincias», una visión que contrasta con la política de recortes impuesta desde la Casa Rosada.
En otro artículo titulado «La apuesta argentina de Trump beneficia a casi nadie», el Financial Times también cuestionó el supuesto respaldo de Estados Unidos al plan de Milei, al considerar que «intercambiar dólares estables por pesos volátiles y sobrevaluados no es un buen negocio» y que la relación entre ambos gobiernos «responde más a intereses políticos que a un compromiso económico de largo plazo».
Las advertencias del prestigioso medio londinense refuerzan lo que desde las provincias venían señalando: sin diálogo, sin federalismo y sin políticas que protejan la producción y el trabajo, no hay proyecto de país posible. Mientras Milei insiste con un modelo centralista y de exclusión, los gobiernos provinciales, como el de Quintela, buscan sostener la inversión, el desarrollo y la identidad federal frente a una Nación cada vez más distante de las necesidades reales del interior.