
El paleontólogo Lucio Ibiricu, del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (CCT-Conicet-Cenpat), presentó junto a su equipo el hallazgo de Joaquinraptor casali, un nuevo dinosaurio megarraptórido descubierto en la Formación Lago Colhué Huapi, en el centro-sur de Chubut. El descubrimiento, publicado en la revista Nature Communications, constituye un hito científico y un tributo personal: el nombre rinde homenaje a Joaquín, el hijo del investigador fallecido en 2019.
El nuevo ejemplar pertenece al grupo de los megarraptóridos, terópodos carnívoros caracterizados por grandes garras en sus manos. Según Ibiricu, Joaquinraptor medía algo más de siete metros, pesaba cerca de una tonelada y murió con al menos 19 años, convirtiéndose en uno de los depredadores tope de su ecosistema poco antes de la extinción masiva de los dinosaurios hace 66 millones de años. El registro fósil recuperado -con huesos del cráneo, maxilar y brazo- es el más joven del grupo Megaraptoridae y aporta evidencia de que sobrevivieron hasta el final de la era Mesozoica.
El nombre completo del dinosaurio también reconoce al paleontólogo Gabriel Casal, director del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados Dr. Rubén Martínez, con el que Ibiricu inició sus campañas en Chubut. Durante la excavación se halló, además, un húmero de un crocodiliforme entre las mandíbulas del dinosaurio, un indicio de su dieta y del ambiente ecológico que habitó.
Ibiricu, oriundo de Puerto Deseado y residente desde hace 15 años en Puerto Madryn, estudió biología en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y obtuvo su doctorado en Filadelfia. Su trayectoria ha estado vinculada a grandes hallazgos, como el cráneo del Sarmientosaurus musacchioi. Con Joaquinraptor casali, él y su equipo suman un nuevo aporte clave al conocimiento de la fauna prehistórica patagónica y a la historia evolutiva de los dinosaurios carnívoros.