
El Gobierno nacional dispuso un recorte de casi $500.000 millones en distintas áreas del presupuesto, con un fuerte impacto en Educación, donde la reducción alcanza los $120.000 millones. La medida fue publicada en el Boletín Oficial justo el Día del Maestro y se enmarca en la estrategia oficial de “reasignar partidas” para sostener la actual política fiscal.
La decisión -identificada como 23/25- llega en un contexto de alta tensión política y económica, luego de que La Libertad Avanza sufriera un revés en las elecciones legislativas bonaerenses, en las que el 47,28% del electorado rechazó el ajuste.
En el área educativa, los recortes afectan programas clave como la gestión y asignación de becas estudiantiles, el desarrollo de la educación superior y la infraestructura y equipamiento de las instituciones. Esta reducción se suma al reciente veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, profundizando las críticas de los sectores académicos y gremiales.
Según la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP), pese a la disminución en 111 programas por más de $950.000 millones, el Gobierno incrementó el gasto en otros 76 por casi $460.000 millones. Este reordenamiento derivó en un superávit presupuestario que pasó de $5,9 billones a $6,6 billones.