
China volvió a suspender las importaciones de aves de corral y productos avícolas provenientes de la Argentina, en una medida que alcanza a toda la mercadería exportada a partir del 20 de agosto. El aviso fue publicado en un portal oficial de aduanas, aunque no especifica las causas ni el tiempo que se mantendrá la restricción.
La decisión se produce tras el levantamiento, hace poco más de dos años, de una prohibición similar aplicada cuando se detectaron brotes de gripe aviar altamente patógena en aves comerciales argentinas. En este caso, las autoridades chinas no ofrecieron comentarios inmediatos.
En paralelo, Pekín mantiene restricciones a otros grandes proveedores. Desde mayo, bloqueó las compras a Brasil y más recientemente a España, luego de que ambos países registraran casos de gripe aviar. Analistas internacionales advierten que estas medidas, en conjunto, podrían sostener los precios de ciertos productos avícolas en el mercado interno chino, aunque el impacto sería moderado debido al actual excedente de carne de ave y las dificultades financieras que atraviesa el sector.
Según datos de la aduana china, entre enero y julio de 2025 el país importó 226.013 toneladas métricas de carne aviar, un 2% menos que en el mismo período del año anterior. Los principales productos que China adquiere en el exterior son patas, alas y cortes de pollo sin deshuesar.
En medio de esta coyuntura, también resonaron declaraciones del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, quien durante la cumbre regional Southdec 2025 en Buenos Aires advirtió sobre la “influencia creciente” de China en la región, a la que calificó como “una amenaza para los pueblos” y un intento de “exportar un modelo autoritario”.
Nuestro país, que fue sede del encuentro encabezado por el ministro de Defensa Luis Petri, aparece así en el centro de un escenario atravesado por tensiones comerciales y geopolíticas que involucran a las dos mayores potencias mundiales.