La Rioja celebró la fiesta de San Nicolás con un llamado a la esperanza y la misión

El obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, presidió la misa y la procesión por la fiesta de invierno de San Nicolás de Bari en la Catedral y Santuario que lleva su nombre. La celebración se dio en el marco del Año Jubilar de la Esperanza y a 30 años de la visita de la imagen de la Virgen del Valle al templo. En su discurso, el obispo hizo un fuerte llamado a vivir con compromiso la fraternidad, la misión y el cuidado de los más vulnerables.

 

En su mensaje, monseñor Braida invitó a “reflexionar sobre los signos de los tiempos que nos propone el papa Francisco, y ver los signos de los tiempos de nuestra realidad riojana para ocuparnos de ellos con la luz del Evangelio para que se transformen en signos de esperanza”. Y enumeró algunos de esos desafíos actuales: “la baja de la natalidad, las condiciones indignas de muchos presos, los enfermos, los jóvenes que ven sus sueños derrumbarse y los ancianos que sufren la soledad”.

También recordó a quienes más sufren la pobreza y la exclusión: “Hoy, querido San Nicolás, te pedimos la gracia de asumir los signos de los tiempos y transformarlos en signos de esperanza. Te pedimos que nos ayudes a comprometernos con la vida fraterna y en el cuidado de la vida más vulnerable y en el cuidado responsable de la casa común”.

Durante la misa, el obispo riojano destacó que “la Iglesia está llamada hoy a redescubrir su identidad misionera, ya que ella existe para evangelizar” y remarcó que “la sinodalidad es para la misión”. Retomando el Evangelio donde Jesús envía a 62 discípulos además de los doce apóstoles, subrayó que “todos estamos llamados al envío: a vivir en actitud misionera, atentos a las necesidades de nuestro pueblo”.

Por último, al recordar el paso de la imagen peregrina de San Nicolás por las parroquias del oeste provincial, Braida señaló: “Cuando salgo con la imagen, el pueblo agradece que los haya visitado, que esté cerca de ellos. Agradecen que haya salido en actitud misionera”. Y concluyó: “Que el recuerdo de la salida misionera de la Virgen del Valle también acompañe nuestra vida y misión”.

 

Con información de AICA

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