El jueves 29 de mayo, trabajadores del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan se movilizaron desde la sede del centro médico hasta el Ministerio de Salud en Buenos Aires, exigiendo una recomposición salarial y mejores condiciones laborales. La protesta se desarrolló en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno nacional, que impidió la realización de un paro total previsto para ese día.
Médicos residentes, psicopedagogas y especialistas en salud mental encabezaron la manifestación, denunciando que sus ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. Según datos proporcionados por los trabajadores, en abril un residente de primer año percibió un sueldo de $797.061, mientras que uno de último año recibió $981.385.
Durante la movilización, los manifestantes expresaron su descontento con carteles y consignas que reflejaban la crítica situación del hospital y la necesidad urgente de una recomposición salarial. La protesta también contó con el apoyo de pacientes, familiares y legisladores, quienes se sumaron al reclamo por la defensa de la salud pública.
En respuesta a la protesta, funcionarios del Ministerio de Salud recibieron a representantes de los trabajadores, aunque no se presentaron propuestas concretas de aumento salarial. El Gobierno argumentó que el problema no radica en la falta de recursos, sino “en la eficiencia del gasto y en irregularidades administrativas”.
El Hospital Garrahan, fundado en 1987, es una institución pediátrica de referencia nacional que atiende anualmente a más de 600.000 pacientes y realiza alrededor de 10.000 cirugías, incluidos unos 100 trasplantes pediátricos. 
Los trabajadores del hospital convocaron a una nueva asamblea para el próximo martes 3 de junio, con el objetivo de definir los pasos a seguir en su lucha por una recomposición salarial justa y la mejora de las condiciones laborales.