La Rioja: Lo que una Familia necesita para no ser Pobre y el Rol Desestabilizador del Gobierno de Milei

En febrero de 2025, una familia riojana de cuatro integrantes necesitó $1.030.000 mensuales para no caer en la pobreza, según un informe del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana. Este aumento de más de $60.000 respecto al mes de diciembre de 2024 refleja un agravamiento de la crisis económica en la región. Para muchos, alcanzar esta cifra parece un sueño lejano, especialmente cuando se observa la desajustada situación salarial y el aumento desmedido de los costos de vida.

La cifra es alarmante. La pobreza ha escalado, y con ella, las tensiones sociales. Con una inflación creciente, el costo de la canasta básica sigue siendo inalcanzable para una gran parte de la población. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei, con sus políticas económicas centradas en el ajuste fiscal y la liberalización de mercados, ha dejado a miles de trabajadores y familias sin apoyo directo.

Las reformas impulsadas por el presidente libertario, como la flexibilización laboral y la reducción de subsidios, no han logrado revitalizar la economía nacional, sino que han aumentado el desempleo y generado una pérdida de poder adquisitivo en amplios sectores. La promesa de crecimiento a largo plazo no se traduce en mejoras tangibles para los ciudadanos, quienes ven cómo sus ingresos estancados no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas. En particular, los despidos masivos en sectores clave de la industria han dejado a muchas familias, ya de por sí vulnerables, sin la mínima estabilidad económica.

En este contexto, el desafío de no caer en la pobreza parece una lucha insostenible para muchos. Las medidas del gobierno, en lugar de promover el bienestar general, están exacerbando las desigualdades económicas, ahogando a las pequeñas y medianas empresas y dejando a los trabajadores en una situación cada vez más precaria.

La solución no está en continuar con el ajuste, sino en implementar políticas que promuevan la inclusión social, el empleo digno y un crecimiento económico sostenido que beneficie a toda la población. Mientras tanto, las familias continúan enfrentando un futuro incierto, donde sobrevivir a la pobreza se convierte en una meta cada vez más lejana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *