Este jueves 13 de marzo se cumplieron doce años desde que el Papa Francisco asumió como líder de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer argentino en ocupar el cargo de Sumo Pontífice en el Vaticano. Sin embargo, este aniversario lo encuentra en una situación particular: internado en el Hospital Gemelli de Roma, donde se recupera de un grave cuadro de salud.
Según informó la Oficina de Prensa del Vaticano, el Papa Francisco pasó una noche tranquila en el área de terapia, donde permanece desde el 14 de febrero. Los médicos decidieron retirar el pronóstico reservado debido a las señales positivas de recuperación que ha mostrado en los últimos días.
Actualmente, el pontífice realiza fisioterapia respiratoria y motora, complementada con un tratamiento antibiótico. Además, utiliza cánulas nasales de alto flujo para recibir oxígeno durante el día y una máscara de ventilación asistida por la noche, lo que ha evitado nuevas crisis respiratorias.
A pesar de su delicado estado de salud, Francisco ha recibido cientos de mensajes de cariño y apoyo de todo el mundo. Desde el Vaticano informaron que el sumo pontífice recibió cartas, dibujos y mensajes de niños, jóvenes, enfermos y comunidades católicas que le expresaron su admiración y oraciones en este día tan especial.
El Papa Francisco planea pasar este aniversario en oración y descanso, acompañado por el personal médico que lo asiste. También dedicará parte de su tiempo a trabajos de bajo esfuerzo y a la preparación espiritual para el tiempo litúrgico de la Cuaresma.
Un legado de humildad y compromiso social
Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha sido reconocido por su enfoque en la humildad, la justicia social y la defensa de los más vulnerables. A pesar de los desafíos de salud que ha enfrentado en los últimos años, su mensaje de esperanza y compasión sigue resonando en millones de fieles alrededor del mundo.
Con este aniversario, Francisco no solo celebra doce años de liderazgo espiritual, sino también una vida dedicada al servicio de la humanidad y a la construcción de una Iglesia más cercana a los pobres y marginados.