Brenda Agüero, la enfermera acusada por la muerte de cinco bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba, declaró en el juicio, defendió su inocencia y aseguró que no le hizo daño a ninguna de las víctimas.
“No puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo. Me hicieron muchísimo daño”, dijo la enfermera que comenzó a declarar pasadas las 9.30 de la mañana. Antes había advertido que solo iba a responder cuestiones referidas a su vida personal o profesional que no estén vinculadas a la causa.
La acusada reveló que debido a la mediatización del caso recibió agresiones dentro de la cárcel durante todo este tiempo. “Me decían cosas y me gritaban”, dijo al responder una de las preguntas de los integrantes del Tribunal.
“Mi función comenzaba desde que el paciente ingresaba al hospital hasta que se iba, es la función de la enfermera obstétrica, yo me desempeñaba como eso”. “Nunca jamás le hice daño a nadie y mucho menos a un niño. De hecho, siempre luché por ingresar a un lugar donde pudiera atender a esos pacientes, a los de Neonatología”, expreso cuando le preguntaron por sus tareas en el hospital.
Respecto a la acusación de haber matado a los cinco bebés, respondió: “No entiendo cómo una persona sana que nunca tuvo problemas, que de pronto salga a matar. Los periodistas inventaron esa imagen, gracias a eso yo me veo en ese contexto, eso tiene que quedar en claro”.
Agüero apuntó contra los medios y desmintió ser una paciente psiquiátrica: “Me hicieron muchísimo daño. Salieron a decir un montón de cosas que no eran ciertas. Salieron a decir que era paciente psiquiátrica. Me hicieron ocho pericias, en ninguna de esas salió nada de lo que decían”.
“Las muertes de los bebés existieron, de eso no hay duda, pero no puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo eso”, agregó la joven ante el jurado popular que deberá emitir una sentencia dentro de seis meses.
La enfermera relató detalladamente cómo hizo para ingresar al área de Neonatología en distintos centros de salud: “En medio de todo lo que yo estaba buscando apareció el Materno Neonatal y yo quedé enamorada de ese hospital, quería trabajar ahí”.
“Me recibí, dejaba todas las semanas el currículum, hablaba toda la semana con gente de recursos humanos hasta que un día recibí un llamado para presentarme ya para una entrevista y trabajar en el hospital. Fui, y allí quedé en el hospital hasta el día de mi detención”, señaló.
En paralelo, señaló que la causa le cambió la vida: “No puedo creer que el lugar por el que tanto luché para entrar, el lugar que tanto amaba, me arruinó la vida. Hice de todo por entrar a un área que hoy no podría trabajar”.
En ese sentido, agregó: “Hoy no podría volver a tocar un niño, no podría hacerlo, no podría volver a hacer lo que tanto quería y por lo que tanto luché”.
La enfermera contó también que comenzó a estudiar abogacía desde la cárcel: “Estoy a pocas materias de terminar el primer año. Esta es la posibilidad que tengo para defenderme, me dieron de todos lados, me atacaron de todos lados, voy a buscar herramientas para defenderme. Es algo que no me arrepiento, la abogacía me saca del encierro”.
Además, confirmó que lleva adelante tareas de artesanía dentro del penal y que se acercó a la religión: “Tengo creencia religiosa, dentro del Servicio Penitenciario hay iglesia católica y a esos lugares he asistido”.