La 30ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) estuvo atravesada por un malestar latente. Más allá de la ausencias del Presidente, Javier Milei, y del Ministro de Economía, Luis Caputo, los empresarios expresaron su enojo por las últimas medidas oficiales que alientan las importaciones y advirtieron sobre los riesgos que provocarán en la competitividad local.
El fastidio de los industriales se materializó luego de que el Gobierno anunció que a partir de diciembre se eliminarán los aranceles para compras en el exterior que no superen los US$400 dólares por envío, siempre que sean para uso personal (estos productos solo tributarán el 21% de IVA) y amplió el límite para esas compras de US$1000 a US$3000 por envío.
A esto se suma que el Ejecutivo dejó de cobrar la retención adelantada del Impuesto País que pagaban los importadores, ya que a fin de diciembre ese gravamen (que en el caso de las importaciones es del 7,5%) se eliminará y los bienes que provengan del exterior serán más baratos.
El titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja dijo: “No queremos ningún privilegio ni ventaja. Queremos que se nivele la cancha para competir en importación y exportación. No estamos cuestionando la autoridad política ni las medidas que hacen a la estabilidad macroeconómica. Decimos que si apuran la apertura ojo que generan asimetrías que hay que corregir”.
También habló el titular de la Conferencia y Vicepresidente de la entidad, Martín Rappallini:
“Los industriales no queremos protección, queremos igualdad para ser productivos y competitivos a nivel internacional. Nuestros productos son transables y competimos con países que tienen otras condiciones y otras reglas”.
“El problema no es que se abra la economía. El tema es la competitividad con los de afuera. Claramente el sector textil, el metalúrgico, son los más perjudicados. Hay insumos que traerlos de afuera son más baratos que hacerlos acá y es una cuestión claramente de impuestos”, se sinceró un empresario.
Frente al malestar por la apertura de las importaciones, los industriales se reunirán con Caputo. La reunión también será un intento por contener el vínculo con los empresarios, que ya había sufrido un primer cortocircuito con el Gobierno después de que en septiembre, el Presidente concurrió a la UIA por el Día de la Industria y lanzó una dura crítica al sector.