El proyecto de Presupuesto 2025 enfrentó un duro revés este jueves cuando la Casa Rosada suspendió la última reunión de debate en comisiones de Diputados ante la falta de acuerdos. La decisión fue anunciada poco antes del inicio de la sesión, tras un encuentro que era clave entre José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y el ministro de Economía, Santiago Caputo.
En una conferencia sin preguntas, Espert confirmó que las negociaciones están lejos de alcanzar un consenso. «El déficit cero no es una epifanía, sino la base para evitar emisión e inflación», afirmó. Sin embargo, admitió que «todavía no hemos llegado a un punto común que permita avanzar». Ante este escenario, el oficialismo no descarta convocar a sesiones extraordinarias si en las próximas semanas se logra algún avance.
El reclamo de los gobernadores
El freno al proyecto ocurre tras un ultimátum de varios gobernadores, quienes condicionaron su apoyo a una serie de demandas que buscan aliviar las finanzas provinciales. Entre sus exigencias destacan:
- Pago de la deuda de Nación con las provincias por cajas previsionales.
- Compensación por el Pacto Fiscal 2017.
- Distribución equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) no asignados en 2024.
- Reducción de los aportes provinciales a ARCA.
- Eliminación o redistribución de los fondos recaudados por el impuesto al combustible.
Los mandatarios provinciales, en su mayoría ligados al PRO, la UCR y Encuentro Federal, habían mostrado cierta predisposición a acompañar el proyecto ante la amenaza de que el Gobierno prolongue la vigencia del Presupuesto 2023. Sin embargo, las negociaciones se quebraron al no incluirse sus demandas en el texto oficialista.
Mientras las negociaciones tambalean, el presidente Javier Milei y su ministro Luis Caputo se encuentran en Brasil participando del G20, dejando las gestiones en manos de Espert y Martín Menem. En sus declaraciones, Espert subrayó que «con déficit cero todo, sin déficit cero nada», reafirmando la postura del oficialismo sobre la necesidad de mantener un presupuesto austero.
Por ahora, el Poder Ejecutivo cuenta con herramientas como el DNU 846/2024, que permite el libre canje de deuda y acceso a créditos internacionales, lo que le otorga margen de maniobra. Sin embargo, la falta de un presupuesto aprobado para 2025 podría intensificar las tensiones con las provincias y limitar la ejecución de políticas públicas en un contexto económico crítico.
