En la Capital, el mercado de alquileres ha experimentado un notable incremento en la oferta tras la reciente implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que flexibiliza los contratos de locación. Esta medida permitió a propietarios e inquilinos establecer condiciones más adaptadas a la situación económica, lo que ha generado una mayor disponibilidad de inmuebles en alquiler.
El DNU ha introducido modificaciones importantes, permitiendo que los contratos de alquiler se ajusten mediante índices acordados entre las partes, en lugar de seguir un índice oficial fijo. Esto no solo incentivó a propietarios a colocar más propiedades en el mercado sino que facilitó el ajuste de los precios según la inflación o el Índice de Precios al Consumidor (IPC), aunque algunos optan por índices específicos para el mercado inmobiliario.
Por otro lado, en provincias del interior, los valores han sido más moderados, pero aún reflejan la presión inflacionaria y el costo de vida creciente, con ajustes que alcanzan cifras superiores al 260% anual en algunas localidades. Los valores para departamentos de un dormitorio en la capital oscilan entre $200,000 y $350,000 pesos argentinos.
Este contexto ofrece desafíos tanto para propietarios como inquilinos, quienes ahora tienen mayor flexibilidad para negociar contratos adaptadas a las condiciones de mercado.