
Este 14 de agosto se conmemora el Día de la Bandera de La Rioja, símbolo oficial creado por la Convención Constituyente en 1986 y que refleja la historia, los ideales y la identidad de la provincia. Para honrar esta fecha, van algunos datos sobre ella.
Aquella bandera que conocemos, con un paño está compuesto por dos franjas horizontales: la superior, blanca, y la inferior, azul. En el centro, dos ramas de laurel florecido representan a los dieciocho departamentos riojanos. Una franja diagonal de color punzó, que cruza en sentido ascendente de izquierda a derecha, simboliza el federalismo defendido por los caudillos Facundo Quiroga, Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza y Felipe Varela.
Mediante la Ley N° 4.891, la Cámara de Diputados provincial estableció el uso obligatorio de la bandera en todo organismo público, municipal o provincial, así como en actos históricos y patrióticos. La norma también determina que debe confeccionarse en seda, sin flecos, y con medidas de 1,40 metros de largo por 90 centímetros de ancho.
El origen de este emblema se remonta al siglo XIX, en un contexto marcado por la tensión entre religión y política. En ese período, las poblaciones riojanas se dividían entre unitarios y federales, enfrentamiento que derivó en numerosas batallas. Finalmente, la victoria federal, defensora de la libertad de cultos, dejó su huella en el diseño de la bandera, que combina los colores nacionales con símbolos de la lucha por el federalismo.
Hoy, la Bandera de La Rioja no solo ondea en instituciones y actos oficiales, sino que también se mantiene como un emblema de la historia y la provincia.